Receta de hamburguesas veganas impacto cero

Receta de hamburguesas veganas impacto cero

Cocinar: una de las actividades cotidianas más necesarias para nuestra supervivencia básica a la que en ocasiones no damos prioridad por diferentes motivos. En ocasiones la sensación de no tener tiempo invade nuestras vidas, y para solucionarlo, la industria alimentaria nos ofrece una gran cantidad de platos empaquetados, que si bien pueden ser adecuados para una emergencia o situación muy excepcional o particular, en realidad podrían sustituirse por otros igualmente sanos si nos organizamos un poco el menú de la semana. Estos platos no sólo no nos aportan los mismos nutrientes que los recién hechos, sino que están suponiendo un grave impacto sobre el medioambiente debido a sus envoltorios. Por ello te propongo una sencilla receta que no es costosa para tu bolsillo, y que es posible realizar en versión impacto cero: las hamburguesas veganas.

La idea de hacer hamburguesas impacto cero es la de ahorrar el máximo en packaging y hacer una receta en la que evitemos el despilfarro alimentario. Por ello es ideal intentar comprar sus ingredientes al granel y aprovechar cuando nos sea posible el máximo de comida. Una idea de aprovechamiento de restos es la de añadir un poco de fibra de las verduras que hayan quedado de un zumo recién hecho, como por ejemplo apio, zanahoria, remolacha… También podemos añadir restos de leches vegetales realizadas en casa como la de almendras que puedes encontrar en el blog.

En realidad es una receta abierta, que no depende de medir las cantidades, sino de encontrar una textura suficientemente sólida como para que pueda ser horneada o frita. Otra cosa positiva de esta esta receta es que es posible cambiar absolutamente de sabores e ingredientes según los gustos de cada persona o familia. Es además una receta que permite que los niños participen, pues pueden ayudar en varios pasos como el modelaje final de las hamburguesas.

Algunos de los ingredientes que pueden usarse en estas hamburguesas son:
Cereales en grano o copos: mijo, arroz, centeno, espelta,, avena…
Legumbres: lentejas, garbanzos, alubias…
Verduras: patata, brócoli, zanahoria, etc.
Semillas: sésamo, girasol, calabaza…
Harina para rebozar o dar cuerpo
Especias: comino, cúrcuma, paprika, orégano, romero, albahaca…
Condimentos salados: olivas, tomates secos…

Pueden ir acompañadas de otros ingredientes, metidas en un pan, o cubiertas con salsa y frutos secos troceados, lo que os apetezca. Se pueden cocinar en el horno o hacer una versión frita.

En cuanto a la forma, se les puede dar la forma clásica de una hamburguesa o bien la de una croqueta, convirtiéndolas en una comida versión «fingerfood» súper apta para niños pequeñísimos además que no saben usar todavía los cubiertos.

Algunos ejemplos de combinaciones que se pueden hacer de entre la infinidad que podríamos crear:

Versión hamburguesas al horno

Ingredientes:
Mijo, patata, lenteja, brócoli, copos de avena, harina de espelta para rebozar, olivas, orégano, cebolla deshidratada y una pequeña parte de restos de pulpa de verduras de zumo.
Preparación:
Los ingredientes como el mijo, la patata o las lentejas tienen que estar previamente cocidos. Las verduras también, pero es mejor dejarlas crujientes antes de mezclaras con el resto de ingredientes. Se pueden preparar fritas o bien al vapor. Mezclar todos los ingredientes triturados salvo las olivas troceadas, que se añadirán después. Dar forma a las hamburguesas y pasarlas por harina. Preparar una bandeja y colocar las hamburguesas en el horno, dándoles la vuelta cuando veamos que están un poco doradas.
Es aconsejable poner en el horno junto con otros ingredientes para aprovechar la hornada y ahorrar energía.

Versión croquetas fritas

Ingredientes:
Garbanzos, centeno en grano, zanahorias, restos de pulpa de zumo de verduras, genjibre y curcuma en polvo, perejil, albahaca, tomates secos, semillas de girasol o calabaza, harina para rebozar.
Preparación:
Se trituran todos los ingredientes juntos menos los tomates secos y las semillas. Posteriormente se rebozan con harina y se fríen con abundante aceite.

Esto es lo que ocurre cuando se deja a los niños libremente decidir las formas de las croquetas o hamburguesas, ¡diversidad al poder!

Lo bueno de estas recetas es que, si los ingredientes son frescos, pueden congelarse una vez hecha la forma, y terminar de cocinarse y usarse algún día como emergencia, y evitar así el uso de plásticos de uso alimentario.

La cocina es además una fantástica actividad para realizar en familia y que permite crear hábitos saludables. En esta receta las variaciones de ingredientes y formas pueden ser infinitas y permiten la participación activa de los niños, quienes pueden ir experimentando según sus gustos y cambiando la receta.

¿Habéis probado alguna vez este formato de comida en vuestra casa? ¿Cuál ha sido vuestra experiencia?

 



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