25 Oct Flan crudivegano de plátano y manzana con restos de leche de almendras y sésamo casera
Hoy prepararemos una nueva versión del flan de melocotón veraniego que habíamos visto en versión un poco más otoñal. Partiremos de nuevo de una receta de leche de vegetal casera, con la que no utilizaremos ningún packaging, gracias a que casi todos los ingredientes han sido comprados en el paraíso de la comida a granel neoyorkino, la Cooperativa de Consumo Food Coop de Brooklyn.
Estas recetas, aunque sencillas, son deliciosas, y suponen un ahorro económico y ecológico, reduciendo envases innecesarios. Los postres preparados en porciones monodosis y las leches vegetales son alimentos cotidianos en muchas casas, que de vez en cuando podemos plantearnos sustituir por versiones caseras, para reducir el impacto ecológico del packaging de nuestras recetas. Son además muy versátiles en la cocina. ¿Os animáis a probarlas?
Leche de almendras y sésamo
Ingredientes
½ vaso de almendras peladas y semillas de sésamo
¾ o 1 litro de agua (de manantial o filtrada, no del grifo)
Opcional:
especias: vainilla o canela.
endulzantes: sirope de ágave, azúcar de coco o estevia
Preparación:
Medio vaso de almendras crudas peladas y de semillas de sésamo, en proporción según gusto personal. Dejamos en remojo las almendras con las semillas en agua durante unas 8-12 horas.
Colamos las almendras y las semillas con un colador fino o un tamiz, lavándolas un poco con agua limpia. Luego las añadimos a un litro de agua, o tres cuartos de litro. Cuanta más agua, menos intenso el sabor.
Pasamos todo por el turmix y luego lo colamos. Separamos la pulpa de almendras y sésamo restante. Metemos la leche vegetal en la nevera en un bote cerrado, para que no se estropee. Si no hace mucho calor, puede durar hasta unos 4-5 días en la nevera. El sabor es un poco menos dulce que el de la leche de almendras sola pero aún es muy agradable. Conviene agitarla antes de tomarla.
Puede tomarse sola, o añadirse canela, vainilla, y algún endulzante natural como la estevia, el azúcar de coco o el sirope de ágave. También puede usarse para tomar con café, cacao o algarroba. Las posibilidades son muchísimas, es suficiente echarle un poco de imaginación. Al ser una receta realizada en frío, es apta para personas que lleven a cabo una dieta crudivegana.
Flan crudivegano de plátano y manzana
½ vaso de leche casera de almendras y sésamo
¼ vaso de agua
1 cucharada de agar-agar
Una pizca de vainilla y canela
1 manzana
1 plátano
Unas gotas de limón
La pulpa de los restos de la leche de almendras y sésamo
Opcional: endulzante natural, azúcar de coco, estevia o sirope de ágave
Hervir el agar-agar con un poco de agua, y dejar que se enfríe, pero no dejar que se solidifique. Cortar la manzana (con o sin piel, según si es biológica o según gusto personal),
Mientras se enfría, triturar el resto de ingredientes. Cuando el agar-agar está un poco más frío, incorporarlo a la mezcla con el turmix.
Colocarlo en pequeños vasos, dejarlo enfriar en la nevera y ¡a comerlo!
Puede ser un buen acompañante para unos cereales en el desayuno o merienda, con imaginación y según la dieta de cada uno se le pueden añadir otros ingredientes como copos de avena, pasas o trocitos de pan integral tostado.
Es aconsejable también comprar plátanos de comercio justo y lo más cercanos posible a vuestro lugar de residencia, para favorecer también el comercio local y no comprar alimentos kilométricos.
En el caso de que encontrar plátanos, es posible realizar una receta similar con manzana y ciruelas u otras frutas de proximidad y de estación, sustituyendo el plátano por alguna fruta desecada que de un poco de sabor dulce natural y de consistencia.
Más información sobre el comercio justo