5 Museos de Nueva York para visitar con niños menores de siete años en los que sí se puede tocar

5 Museos de Nueva York para visitar con niños menores de siete años en los que sí se puede tocar

Nueva York es una ciudad con una oferta de espacios expositivos de lo más variada, en la que sí es posible encontrar un lugar para los más pequeños de la casa. La elección sobre qué museo elegir para visitar con niños pequeños dependerá, entre otras cosas, de las preferencias de cada familia, pero estoy convencida de que todos los niños pequeños pueden encontrar en Nueva York un museo en el que poder disfrutar con todos los sentidos.

Antes de presentaros esta pequeña selección de museos, comparto con vosotros algunas reflexiones sobre los museos en general. Hoy en día existen muchísimas concepciones de museos. La primera clasificación podría que podríamos establecer es la de diferenciar los museos según la tipología de objetos que contienen. Así, en todo el mundo podemos encontrar museos de Arte, de Arquitectura, o de Cartografía, de la Indumentaria, etc. por citar algunos. Existen también museos con colecciones de objetos pero cuyo objetivo es narrar la historia de una ciudad o de una época histórica, o que albergan los vestigios de la vida de algun personaje público o artista. Éstos son sólo unos pocos ejemplos de museos, entre la gran diversidad de categorías de museos que existen.

Desde que los primeros museos o colecciones de arte se crearan, el concepto de museo se ha ido especializando y/o transformando progresivamente en los últimos siglos, a medida que la sociedad y sus valores, y la visión del ser humano o del Arte, lo han ido haciendo.

Afortunadamente, hoy en día muchos de los museos del mundo han hecho un gran esfuerzo para adaptar o transformar una parte de sus espacios para hacerlos más «kid-friendly», creando maravillosos recursos educativos para acercar el arte y la cultura a los más pequeños. Esta transformación ha sido posible porque muchos espacios expositivos han hecho suya la visión de un niño como ser con voluntad de explorar y aprender jugando, y de pertenecer  y ser integrado por su entorno. Un niño que en sus primeros años, para conocer, necesita experimentar el espacio museístico más allá del uso del sentido de la vista. Y esta mirada del niño caracterizada por una gran voluntad de conocer el mundo a través de todos los sentidos, de moverse y de aprender jugando, es la que podréis reconocer en la selección de museos de Nueva York que os he preparado para los más pequeños.

En estos museos de Nueva York, pues, los niños pueden ser protagonistas, utilizando al máximo sus sentidos, viviendo la experiencia museística como una experiencia de juego más, mucho más afín su modo de relacionarse con el mundo. Son museos que cumplen las características de «hands-on», porque hay espacios donde se puede tocar, y/o «play-based», porque ofrecen numerosas oportunidades de juego para los más pequeños. No son los únicos museos de Nueva York a los que se puede ir con niños menores de siete años, pero son sin duda algunos de los espacios expositivos más interesantes para esa franja de edad.

Algunos de estos museos o rincones de ellos, podrían casi considerarse ludotecas, pues son lugares en los que la observación de elementos artísticos o de otro contenido (Arqueología, Historia, etc) y la interacción con materiales adecuados para la manipulación por parte de los pequeños, se funden en un juego que se acerca a sus lenguajes naturales y en el que es capaz de participar. Las experiencias que vive a través de estos materiales y espacios son básicamente eso, experiencias, que no parten de la introducción de conceptos demasiado intelectuales que no puedan ser comprendidos a esa edad. Las propuestas de juego en ocasiones van acompañadas de la posibilidad de «ampliar» conocimientos según la edad, y deseo del niño y de la familia. Al ser espacios en los que no es necesario un guía del museo para poder disfrutar de sus propuestas, cada familia puede decidir cómo y qué explicar al niño y a qué ritmo, en relación con los materiales con los que está interaccionando.

El objetivo último de estos espacios es el de acercar al niño progresivamente a un patrimonio y espacio cultural a través de experiencias cercanas a la voluntad de exploración natural del niño, creando un vínculo saludable con la cultura y sus instituciones, aprovechando la fuerza de su curiosidad innata.

Muchos de ellos ofrecen oportunidades de distintos tipos de juego (de imitación, exploración sensorial, con materiales no estructurados, en familia o con otros niños, en solitario, de psicomotricidad fina o gruesa…) que pueden realizarse al ritmo particular de cada niño.

Y por fin, ¡he aquí la lista de museos!

Transit Museum en Brooklyn

El Transit Museum, situado en el norte de Brooklyn, es una de las opciones preferidas para niños de todas las edades, y especialmente amado por los niños de edad preescolar. El espacio es muy amplio, por lo que permite albergar mucha gente sin sentir nunca que está abarrotado. En el Museo es posible subirse a cabinas de autobuses a tamaño real y jugar a «conducir».

Se pueden ver también reproducciones de pequeñas maquetas de trenes, e incluso se pueden visitar por dentro algunos viejos vagones de metro, situados en el andén de la estación del museo, ya que éste se encuentra en una antigua parada de metro.

También hay varios dispositivos para tocar que explican determinados aspectos del funcionamiento de los trenes, muy adecuados para niños también de mayor edad. El museo cuenta además con un amplio espacio para hacer picnic con mesas y sillas donde es posible llevar la comida del exterior. El Transit Museum es además un excelente recurso para los habitantes de Brooklyn cuando llueve o hace frío, al que acuden con frecuencia las familias que todavía no llevan a sus hijos a las guarderías, antes de los cinco o seis años de edad.

El museo ofrece diversas lecturas a sus visitantes, por lo que es adecuado también para niños más mayores, lo cuales pueden aprender por ejemplo cosas sobre el funcionamiento y tecnología de los trenes. Así que el museo es una opción excelente para visitar con niños de diferentes edades, y que todos encuentren su lugar.

La «Discovery room» del American Natural History Museum de Manhattan

El American Natural History Museum, situado en Manhattan, es uno de los museos de Ciencias Naturales más famosos del mundo, con un media anual de cinco millones de visitas. Una de las imágenes que lo caracterizan es la de su hall, el cual alberga un esqueleto de dinosaurio.No sólo la popularidad del museo es enorme, también su dimensión. Por lo que los niños más pequeños pueden sentirse hipersaturados de estímulos. Sin embargo, es posible encontrar un pequeño oasis en medio del museo: un espacio a medida del niño.

Hablamos de la «Discovery Room», o Sala del Descubrimiento, una sala dedicada a niños entre 5 y 12 años, donde éstos pueden experimentar con distintos juegos y materiales relacionados con la ciencia, antropología, y zoología.

En ella encontrarán un espacio lleno de materiales como fósiles, minerales, plumas o huesos, presentados de distintos modos, con retos adecuados a las distintas edades. Otras actividades que es posible realizar en el espacio son: la reconstrucción de un esqueleto de Prestosuchus – un reptil de la último periodo Triásico – o jugar a desenterrar hueso en un espacio que simula el campo de trabajo de un paleontólogo. El espacio también contiene una reproducción de un árbol Baobab africano en el que es necesario encontrar distintas especies de pájaros, reptiles y pequeños mamíferos con una pequeña linterna, en una «caza del tesoro» que hará las delicias de los niños.

Children’s Museum de Brooklyn y de Manhattan

El Museo de los niños o «Children’s Museum» podríamos decir que es una mezcla entre un parque de juegos, uno de atracciones, una ludoteca, una biblioteca y un museo. De lo que sí podemos estar seguros es de que, en estos espacios difíciles de definir, el niño podrá moverse, explorar y jugar sin necesidad de ni siquiera hablar el idioma del país, por lo que es ideal para visitar con niños si se pasan unos días en Nueva York.  Son también espacios ideales para refugiarse del frío o del calor extremos. La oferta de juegos y espacios es tan grande que es muy aconsejable preparar la visita con antelación y orientarla según la edad e intereses del niño, porque son espacios enormes. Las salas son temáticas y pueden variar periódicamente. Pueden llegar a estar muy llenos en horas punta, con lo cual es aconsejable organizar bien la visita antes de ir.

Encontraréis dos versiones de este tipo de museo: uno en Manhattan y otro en Brooklyn. El Museo de los niños de Brooklyn suele estar más vacío que el de Manhattan, el cual está situado en el barrio de Upper West Side.

Personamente me gusta mucho más el de Brooklyn, porque integra mucho mejor el entorno del niño y su cotidianeidad en sus propuestas.

En este museo es posible encontrar materiales que invitan a conocer la flora y la fauna de Brooklyn, o basadas en el juego simbólico del comercio de proximidad, como una pequeña estancia que simula un supermercado.

En otros casos, ofrece materiales al niño que dialogan a la perfección con algunas obras de arte expuestas, ofreciendo al niño un modo de acercarse al arte y al conocimiento muy natural. No faltan tampoco algunas salas para experimentar con materiales básicos como la arena y el agua.

El Museo de los niños de Brooklyn dispone además de un pequeño patio con plantas y un huerto. ¡Espero vuestras opiniones si visitáis alguno de los dos museos!

Sala «Art Lab» del MOMA (Museum of Modern Art)

El MOMA es uno de los museos de arte más interesantes para visitar en Nueva York con niños, especialmente por su medida, la cual es mucho más humana, por ejemplo, que la del gigantesco Metropolitan Museum of Art. Dispone de una sala infantil, el Art Lab, en la que es posible que los niños establezcan un diálogo o un puente entre las obras expuestas en el museo y diversos materiales manipulativos.

Las propuestas del espacio varían periódicamente, y se pueden encontrar materiales como puzzles con formatos poco convencionales, libros de arte para niños, o pequeñas propuestas con materiales artísticos o de tecnología simple. Se trata de un espacio de uso exclusivo para familas con niños, cuyo precio está incluido en el de la entrada del museo.

El MOMA en general, y no sólo el Art Lab, es ideal para visitar con niños pequeños porque además dispone de un jardín exterior donde los niños pueden descansar un poco y moverse, especialmente si son muy pequeños.

Y por último, comparto con vosotros algunos consejos para visitar los espacios con niños pequeños:

  • En los casos de los niños de más corta edad, es conveniente no hiperestimular y realizar visitas más cortas, o asistir al museo durante las horas y días de menor afluencia, integrando la visita al museo durante la rutina diaria del niño.
  • Es importante también visitar el museo sin demasiadas expectativas. Si el niño desea ver sólo una sala, por el motivo que sea, es mejor seguir su ritmo. Lo prioritario es que se establezca una relación saludable con el espacio, que cumplir el objetivo del día.
  • Si hay sueño, cansancio o hambre todo lo demás quedará en segundo plano. Es importante elegir un buen momento para visitarlo. Si vemos que la visita no está funcionando, es mejor marcharse que imponer al niño la actividad. Siempre es posible volver otro día para terminar aquello que nos quedó por ver.
  • Podéis visitar los museos en los días gratuitos mensuales o puntuales de cada uno consultando sus webs, pero tened en cuenta que probablemente el museo estará muy lleno en ese día o franja horaria, sobretodo si visitáis la ciudad en temporada alta. La experiencia para los niños será completamente distinta si el museo está lleno de gente. Mi consejo es que si vuestros hijos son muy pequeños y os lo podéis permitir económicamente, intentéis evitar los días y las horas más frecuentadas.

Y eso es todo. Si visitáis Nueva York con niños, y os han gustado estos  museos u otros, encantada de leer vuestra opinión. ¡Hasta pronto!

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Links relacionados

American Natural  History Museum (ANHM). Manhattan

Transit Museum. (Brooklyn)

MOMA (Metropolitan Museum of Modern Art)

Children’s Museums  (Museos de los niños)

Manhattan: www.cmom.org

Brooklyn: www.brooklynkids.org

SOBRE LA AUTORA

Maria Folch. Artista, educadora artística, terapeuta de flores de Bach y Reiki, asesora formada en Crianza Positiva y Pedagogía Waldorf. Vive y trabaja en Reggio Emilia, Italia. Realiza formaciones y asesoramientos a personas individuales, familias o escuelas en las que une recursos creativos en versión sostenible, y de crecimiento personal. Divulgadora a través de este blog www.ebeca.org

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