01 Oct 7 ideas de actividades con hojas en otoño
La naturaleza es verdaderamente una fuente inagotable de inspiración, y también de recursos. La recolecta y observación de las hojas de los árboles de nuestro entorno más inmediato pueden ofrecernos una gran cantidad de experiencias sensoriales y ser la base de experiencias artísticas con otros materiales.
Sea cual sea nuestra edad, podemos usar estas formas para realizar actividades con las innumerables variaciones que presentan las hojas de las plantas.
Os presento una pequeña lista de técnicas y actividades que pueden adaptarse a distintas edades, muchas de ellas incluso para adultos. La creatividad no tiene límites ni edad.
El gran reto, claro está, es diferenciar cómo presentar los materiales y acompañar a los niños en sus diferentes edades. Con cada técnica añadiré algunos comentarios orientativos, y recordad que si queréis profundizar en la creatividad infantil, podéis escribirme para una consulta personalizada para vuestra familia o escuela.
Y por supuesto, os aconsejo realizar estas actividades con la menor cantidad posible de recursos, priorizando los más naturales y reciclados, para que tengan un menor impacto ambiental.
¡Comenzamos!
1. Pasta de sal casera y elementos naturales: trozos de piñas y bellotas
A partir de una forma recortada con forma de hoja podemos combinar dos tipos de materiales: pasta de sal casera (que podéis realizar en versión blanca o teñida con elementos naturales como especias), y restos de materiales orgánicos, como fragmentos de piñas. (Aquí tenéis otras ideas para trabajar con pasta de sal)
Para los niños más pequeños es importante ofrecerles los materiales para que los utilicen de modo libre. No es necesario presentarles un patrón o modelo, sino que es mejor dejarles que exploren en la manipulación del material.
El resultado lo podemos colgar en algún lugar como «decoración» o podemos dejarnos sorprender por la imaginación de los niños. Si el resultado de la actividad la colocamos al lado de otros elementos de juego simbólico, como por ejemplo juguetes de una cocinita, y el niño ha entrado ya en la etapa imaginativa, probablemente nos sorprenderán convirtiendo la hoja que antes era decorativa, en un elemento gastronómico como una «pizza».
2. Estampaciones con poliestireno para téxtiles
El mundo de la estampación de materiales es infinito. Podemos estampar materiales con una gran cantidad de moldes, desde una patata cortada a materiales de bellas artes más específicos como el linoleum. En este caso os traigo una idea con un material reciclado: el poliestireno, obviamente no comprado, sino reciclado de algún packaging en el que no hayamos podido evitar el embalaje.
Esta actividad podemos realizarla con niños e incluso adultos de todas las edades. En el caso de los niños más pequeños podemos realizar nosotros mismos las formas. Los más mayores pueden realizar todo el proceso, desde el diseño de las hojas, a la realización del molde y la posterior estampación.
Según el tipo de pintura y soporte que utilicemos podremos realizar trabajos de lo más variados.
Comparto con vosotros un ejemplo de tela decorada con pintura especial de telas, que se convierte en un material de juego para acompañar elementos para el juego simbólico.
Es interesante que los niños participen en la realización de objetos útiles que puedan integrar en la vida cotidiana o en su propio juego.
Estos moldes podemos usarlos también para trabajos sobre papel y cartón, incluso con pinturas versión impacto cero como restos de café y pinturas realizadas con materiales orgánicos como plantas.
3. Saquitos para armarios y decoración
Con las mismas formas de hojas que estamos usando en todas las actividades, podemos realizar sencillas bolsas rellenas de lana cruda o de lavanda para decorar puertas, árboles caseros o armarios. Sólo necesitamos dos formas idénticas de hojas superpuestas, dibujadas sobre los restos de tela reciclada que nos guste.
Las habilidades técnicas requeridas para cerrar las costuras no son demasiado complicadas, nos basta un punto que ayude a cerrar sin que se pierda el relleno. Algunos niños a partir de 5 años pueden tener ya la habilidad de hacer puntos de cierre sencillos.
4. Adorno de hojas para habilidades de precostura
Puede hacerse una versión bidimensional más sencilla de hojas decorativas con restos de cartón reciclado agujereado en algunos extremos, y un poco de hilo grueso y firme para ensartar. Para los niños más pequeños es un modo de desarrollar su psicomotricidad fina, la concentración, el agarre y la pinza, todas ellas habilidades que le serán de utilidad cuando lleguen a la escuela primaria.
Además de ofrecerles la posibilidad de «coser» las hojas, podemos darles sencillos materiales artísticos para que las pinten.
5. Dibujo con formas de hojas y ceras
Las mismas formas de hojas que hemos utilizado para realizar los moldes pueden ser un interesante material para la experimentación artística con niños mayores de 7 años. En este caso podemos ver unos trabajos en los que se ha explorado la relación entre figura y fondo usando las formas como perfiles e investigando libremente con su superposición.
6. Realización de cuadros con hojas secas
Esta actividad está al alcance también de grandes y pequeños, haciendo variaciones importantes. Con hojas secas prensadas de árboles y plantas, incluso de nuestro propio balcón podemos realizar composiciones que tengan un cierto orden y simetría. Podemos hacer composiciones en forma de abanico, círculo, ángulo perpendicular, etc. Las variaciones son infinitas aquí también.
Es importante que las hojas estén muy secas antes de engancharlas a un papel. Podemos experimentar también con papeles de colores o combinando pintura con las hojas. La idea de componer con un orden y una planificación es más adecuada para los niños mayores de 7 años.
Es posible realizar pegamento casero con harina y agua, muy denso, para enganchar las hojas o usar una mínima cantidad de cola para engancharlas.
7. Puntos de libro
Esta actividad está realizada con restos de papeles y cartones, no con hojas compradas. Insisto en este punto porque lo importante de estas actividades que os propongo es que tengan el menor impacto ambiental posible.
Los puntos de libro se han realizado del mismo modo que la actividad anterior, y en algunos casos puntuales han sido plastificados para mayor durabilidad. Obviamente, es posible no hacerlo, pero en ese caso tendremos que aceptar que será un objeto de uso más breve.
¿Qué os han parecido todas estas ideas? La mayor parte de ellas pueden ser realizadas sin casi ningún conocimiento técnico (excepto un par de puntos de costura básicos) y con materiales impacto cero, totalmente reutilizados. Y pueden ser igualmente interesantísimas para cualquier edad.
¡Comparte si te ha gustado y crees que puede ser interesante para otras personas!
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Sobre la autora
Maria Folch. Artista, educadora artística, terapeuta de flores de Bach y Reiki, asesora formada en Crianza Positiva y Pedagogía Waldorf. Vive y trabaja en Reggio Emilia, Italia. Realiza formaciones y asesoramientos a personas individuales, familias o escuelas en las que une recursos creativos en versión sostenible, y de crecimiento personal. Divulgadora a través de este blog www.ebeca.org
